Bob Dylan cantante de protesta y narrador de historias en su mejor momento. La canción narra el asesinato de Hattie Carroll, una criada afroamericana, a manos de William Devereux Zantzinger, un plantador de tabaco de Maryland. El incidente ocurrió el 9 de febrero de 1963 durante una fiesta de etiqueta en el Hotel Emerson (Baltimore). Durante la fiesta, Zantzinger maltrató, insultó, y golpeó al menos a tres miembros del personal del hotel: un botones, una camarera, y en torno a la 1:30 de la mañana a Hattie Carroll, una criada de 51 años, madre de once hijos (en la canción dice de diez), y presidenta de una asociación afroamericana. Aparentemente, Zantzinger ya estaba borracho cuando llegó al Hotel Emerson, y se había dedicado a golpear y maltratar a trabajadores del restaurante Eager House, un prestigioso restaurante de la ciudad, empleando el mismo cayado que uso en el Hotel Emerson". (Wikipedia)
LA SOLITARIA MUERTE DE HATTIE CARROLL (THE LONESOME DEATH OF HATTIE CARROLL)
William Zanzinger asesinó a la pobre Hattie Carroll
Con un cayado que hizo girar alrededor de su dedo con anillo de diamante
En una reunión de alta sociedad en un hotel de Baltimore
Los policías fueron traídos y le quitaron su arma
Y lo llevaron detenido a la estación
Y lo acusaron de homicidio en primer grado
Pero tú, que filosofas con la desgracia y criticas todos los temores
Quítate el trapo de la cara, no es momento para lágrimas
William Zanzinger a sus veinticuatro años
Dueño de una tabacalera de 600 hectáreas
Con ricos padres que lo mantienen y protegen
Y muy relacionado con políticos de alto cargo en Maryland
Reaccionó ante su acto encogiendo sus hombros
Blasfemias y desprecio su lengua despedía
En cuestión de minutos bajo fianza estaba libre
Pero tú, que filosofas con la desgracia y criticas todos los temores
Quítate el trapo de la cara, no es momento para lágrimas
Hattie Carroll era una criada en la cocina
Tenía 51 años y era madre de diez hijos
Llevaba los platos y echaba la basura
Y nunca se sentó en la cabecera de la mesa
Y ni siquiera hablaba con la gente de la mesa
Solamente limpiaba toda la comida de la mesa
Y vaciaba los ceniceros en un nivel totalmente distinto
Fue asesinada por un golpe, cayó muerta por un cayado
Que surcó el aire y aterrizó en la habitación
Condenado y determinado a destruir a todos los dóciles
Y ella nunca le hizo anda a William Zanzinger
Y tú, que filosofas con la desgracia y criticas todos los temores
Quítate el trapo de tu cara, no es momento para lágrimas
En el tribunal de honor el juez golpeó su martillo
Para mostrar que todo es igualitario y que la corte es equilibrada
Y que las ideas de los libros no pueden ser sacadas ni persuadidas
Y que incluso los nobles son juzgados con propiedad
Una vez que los policías los han perseguido y capturado
Y que la escalera de la justicia no tiene parte superior ni inferior
Miró a la persona que mató sin razón
Que sintió lo que sintió así de improviso
Y habló a través de su túnica,
intenso y distinguido
E impuso firmemente, como pena y penitencia,
A William Zanzinger una sentencia de seis meses
Oh, pero tú, que filosofas con la desgracia y criticas todos los temores
Aplasta el trapo contra tu cara
Porque ahora sí es el momento para tus lágrimas
No hay comentarios:
Publicar un comentario