JOHN BROWN (JOHN BROWN)
John Brown se fue a la guerra a pelear en un país extranjero
Seguro que su madre estaba orgullosa de él!
Se paraba erguido y alto con su uniforme y todo
El rostro de su madre estalló en una sonrisa.
“Oh hijo, luces tan bien, estoy contenta de que seas hijo mío
Me llena de orgullo saber que portas una pistola
Haz lo que dice el capitán, conseguirás montones de medallas
Y las pondremos en la pared cuando vuelvas a casa”.
A medida que ese viejo tren arrancaba, la madre de John empezó a gritar
Diciendo a todos en la vecindad:
“Es mi hijo que está a punto de partir, es un soldado ahora, ustedes saben”
Se aseguró de que sus vecinos lo entendieran.
Le llegaba una carta de vez en cuando y su cara se llenaba de una sonrisa
Cuando la mostraba a la gente de la puerta siguiente
Y alardeaba de su hijo con su uniforme y su pistola
Y esas cosas a las que denominabas una buena guerra a lo antaño.
Oh! Una buena guerra a lo antaño!
Entonces las cartas dejaron de llegar, por un largo tiempo no llegaron
Dejaron de llegar por aproximadamente diez meses o más
Luego finalmente llegó una carta que decía, “Ve a esperar el tren
Tu hijo está regresando de la guerra”.
Ella sonrió y fue inmediatamente, miraba a todas partes alrededor
Pero no pudo ver a su soldado claramente
Pero a medida que la gente pasaba, al fin vio a su hijo
Cuando sucedió, apenas pudo creer lo que miraba.
Oh, su rostro estaba destruido y se había volado las manos
Y llevaba puesto un corsé de metal alrededor de su cintura
Él hablaba muy en voz baja, una voz que ella no conocía
A la par que ni siquiera pudo reconocer su cara!
Oh! Señor! Ni siquiera reconocía su cara.
“Oh dime, mi querido hijo, te ruego, dime qué te han hecho
Cómo es que has terminado de esta manera?”
El intentó al máximo hablar pero su boca apenas se podía mover
Y la madre tuvo que desviar la mirada.
“No te acuerdas, mamá, que cuando me fui a la guerra
Creías que era lo mejor que podía yo hacer?
Yo estaba en el campo de batalla, tú estabas en casa . . . muy orgullosa
No estabas allí parada en mi lugar”.
“Oh, y yo pensé cuando estaba allí, Dios, qué estoy haciendo aquí?
Estoy tratando de matar a alguien o de morir en el intento
Pero lo que más me aterró fue cuando mi enemigo se aproximó
Y vi que su cara lucía justo como la mía”.
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