165. LA BALADA DE FRANKIE LEE Y EL PADRE JUDAS (THE BALLAD OF FRANKIE LEE AND JUDAS PRIEST)

Imagen relacionada

Claramente Dylan intentaba escribir una parábola de algún personaje, con un relato seguido de una “moraleja” al final de la historia. (Untold Dylan)

LA BALADA DE FRANKIE LEE Y EL PADRE JUDAS (THE BALLAD OF FRANKIE LEE AND JUDAS PRIEST)

Frankie Lee y el Padre Judas
Eran los mejores amigos
Pues cuando Frankie Lee necesitaba dinero un día
Judas rápidamente sacó decenas de billetes
Y las esparció sobre un taburete
Justo encima de la línea trazada
Diciendo, “escoge tu parte, querido Frankie
Mi pérdida será tu ganancia”.

Frankie Lee se sentó ahí mismo
Y puso sus dedos en el mentón
Pero con los fríos ojos de Judas observándolo
Su cabeza comenzó a dar vueltas
“Por favor no me mires así,” dijo
“Es simplemente mi tonto orgullo
A veces un hombre debe estar solo
Y este no es un lugar como para esconderse”.

Judas guiñó el ojo y dijo
“Muy bien, te dejaré aquí
Pero mejor te apuras y eliges qué billetes quieres
Antes de que desparezcan”
“Voy a decidir mi elección inmediatamente
Sólo dime donde estarás”
Judas apuntó al final del camino
Y dijo, “en la eternidad!”

“La eternidad?” dijo Frankie Lee
Con una voz fría como el hielo
“Así es,” dijo el padre Judas, “la eternidad
Aunque la puedas llamar ‘el paraíso’”
“No le pongo ningún nombre”
Dijo Frankie Lee con una sonrisa
“Muy bien,” dijo el Padre Judas
“Te veré pronto”.

Frankie Lee se volvió a sentar
Se sentía sucio y malvado
Cuando justo un extraño que pasaba
Irrumpió en la escena
Diciendo, “eres Frankie Lee, el jugador
Cuyo padre falleció?
Bueno, si lo eres, hay un amigo que te llama al final del camino
Y dicen que su nombre es El Padre”.

“Oh, sí, es mi amigo”
Dijo Frankie Lee, con susto
“Lo recuerdo muy bien
En efecto, justo lo acabo de perder de vista”
“Sí, ese mismo es”, dijo el extraño
Tranquilo como un ratón
“Bueno, mi mensaje es que está al final del camino
Metido en una casa”.

Frankie Lee entró en pánico
Dejó todo y corrió
Hasta que llegó al sitio
Donde estaba el Padre Judas
“Qué tipo de casa es esta,” dijo
“A donde llegué así, como perdiendo el rumbo?”
“No es una casa,” dijo el Padre Judas
“No es una casa . . . es un hogar”.

Frankie Lee temblaba
Pronto perdió el control
Sobre todo lo que había hecho
Mientras las campanillas resonaban
Sólo se paró ahí mirando
Esa gran casa tan brillante como el sol
Con veinticuatro ventanas
Y el rostro de una mujer en cada una de ellas.

Bueno, Frankie Lee corrió subiendo las escaleras
Con un brinco inmenso y conmovedor
Y, saliendo espuma de su boca
Comenzó a cumplir su maldición de medianoche
Durante dieciséis noches y días deliró
Pero en la número diecisiete se estremeció
En los brazos del Padre Judas
Allí murió de sed.

Nadie intentó decir nada
Cuando lo sacaron entre burlas
Excepto, por supuesto, el chiquillo vecino
Que lo llevó a descansar
Y solamente caminó, sin compañía
Con su culpa bien oculta
Diciendo entre dientes en voz baja
“Nada está revelado”.

Y bien, la moraleja de esta historia
La moraleja de esta canción
Es simplemente que uno nunca debería estar
En donde no es su sitio
Pues cuando veas a tu vecino cargando algo
Ayúdale con su carga
Y no vayas confundiendo al paraíso
Con esa casa que está por el camino.

1 comentario:

  1. Dice también la historia que de aquí sacaron Rob y compañía el nombre de la banda mas importante del heavy metal británico..JUDAS PRIEST

    ResponderEliminar